Entre el pueblo Yaviza en la frontera Sur Panameña donde inicia el tramo centroamericano de la Carretera Interamericana y Ciudad Juárez en la frontera norte mexicana existen 5392 km. aproximadamente.  Este recorrido implica atravesar la mayoría de países del istmo y México con la intención de migrar, comerciar, trabajar, conocer, etc. Este puente entre Sudamérica y Norteamérica permite el tránsito de personas y materias primas tanto regulares como irregulares.  También fluye el hambre, el desempleo y la violencia.  A su paso por está ruta de éxodo para migrantes de algunos países principalmente sudamericanos y caribeños quedan huellas efímeras en el paisaje visual. Mediante el apilamiento de cartones (500 piezas) conformando un puente y umbral al mismo tiempo la obra es una arquitectura efímera del tránsito migratorio.  Cada pieza de cartón de 50 a 60 cm de lado representaba una voz, un mensaje análogo, reciclado, artesanal y directo que se abre paso entre sus contrapartes digitales mudas en el paisaje urbano visual, aún así parecen empezar a normalizarse y perder impacto con los días y las políticas fronterizas.