Flor-e

2018

30x30x40

Escultura mecatrónica

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Flor-e surge como analogía natural de la flor, es la robotización de esta como una especie electrónica que conquista contextos riesgosos para una especie orgánica.  Al igual que sus homólogas naturales necesita de agua y mediante un sensor (raíz) detecta la humedad por medio de la cual activa la antesis a través del código inscrito en su microchip. La documentación pretende poner en evidencia prácticas humanas asociadas a la obsolescencia, el mal uso de recursos naturales, focos de riesgo sanitario e incluso el hurto del paisajismo.

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